Imaginense una silla. Una silla de director de cine, con la estructura de caño negro y la tela de color azul. Ahora agreguenle rueditas. En esa silla me sentaba yo todos los días frente a la pc, hasta hoy.
¿Qué pasó? Encontrabame yo navegando los mares de la internet y el ciberespacio, cuando el respaldo de mi silla, tal vez vengándose de soportar mi peso todos los días, dijo BASTA. Se desprendió violentamente hacia atrás, proyectándome hacia una muerte segura, de no ser por mis excepcionales y ampliamente conocidos reflejos. Con una mano me aferré cual águila a su presa a mi escritorio y con la otra me apoyé en el ropero que hay detrás de mí.
Así, en esa posición digna de spiderman, sobreviví y poco a poco me fui levantando.
Bien, eso era todo.
Saludos, el Doc.
PD: Esto iría en algún post de "anécdotas cortitas", pero es la única que tengo.
PD2: Tres párrafos para contar que casi me caigo de una silla. Soy genial.